La falta de apetito (Anorexia): Consejos

Consejos para paliar la Anorexia oncológica
Sea cual sea la situación las siguientes sugerencias pueden ayudar


  • Programar pequeñas comidas cada dos o tres horas e intentar cumplirlas, no hay porqué comer sólo tres veces al día. Es más fácil comer de esta manera y así no sentirse tan lleno. Comer por el reloj más que por el hambre.  

  • Si no se quieren tomar alimentos sólidos, se puede intentar tomar líquidos. La leche, los zumos y los caldos pueden aportar muchas proteínas y calorías.  



  • Variar la dieta. Experimentar con recetas nuevas, sabores, especias y diferentes tipos de comidas. Esto es muy importante ya que los gustos podrían cambiar cada día.
      
  • Si es posible, se debe dar un paseo antes de las comidas, puede aumentar el hambre 

  • Intentar cambiar la rutina de comidas, por ejemplo, comer en diferentes sitios.  

  • Comer con familiares o amigos, cuando se coma solo, se puede escuchar la radio o ver la televisión. Se debe intentar que las comidas sean más agradables y relajantes. Intentar salir a comer fuera de casa en alguna ocasión. 



  • Se debe consultar a su médico por si necesita suplementos nutricionales 

  • Intentar comer algo antes de irse a la cama, no afectará al apetito para la siguiente comida 

  • Aproveche para comer más cuando se encuentre mejor , mucha gente tiene más apetito por la mañana, cuando están más descansados.  

  • No beber mucho durante las comidas, los líquidos favorecen sentirse más lleno

  • Si el médico lo permite, tomar un vasito de vino durante la comida, puede estimular el apetito.  

  • Si se tolera bien alguna comida no pasa nada si se come lo mismo durante varios días.  

  • Evitar las comidas bajas en calorías y proteínasevitar las calorías huecas (como el café o las bebidas carbonatadas). Se debe hacer que cada comida cuente, incluso las meriendas. 




  • Pedir a la familia y amigos que preparen la comida. Tener comidas preparadas en la nevera y el congelador en porciones individuales.  

  • Usar platos grandes para que parezca que hay menos comida. 

  • Hacer un intermedio en la comida para dar un paseo, respirar un poco de aire fresco o simplemente descansar, después intentar seguir comiendo.


    En resumen, intentar comprender la nueva situación y cambiar la rutina habitual, adaptándose a los cambios en el apetito y en la percepción de la comida, que experimenta el paciente durante el tratamiento. 



    Dr.Francisco Navarro Viana
    Médico Cirujano Plástico
    Miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica-SEOM

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